“Todos somos prisioneros de los funcionamientos inconscientes de nuestros padres; necesitamos la vida entera para liberarnos y encontrar el camino personal. En este sentido, para criar hijos, sólo es necesario ser capaz de cuestionarse a sí mismo. Así liberamos a nuestros hijos de nuestra sombra. Sólo entonces se convertirán en seres humanos amados y apoyados por sus padres. Constituirán una autoestima fuerte. Entonces, irán en busca de su propio destino.
Si cada día nos cuestionamos quienes somos, qué queremos y hacía dónde vamos, nuestros hijos, desde temprana edad, aprenderán a hacerse las mismas preguntas. Así irán detrás de la misión que les corresponde. No es necesario aprender a ser madre o padre, sólo es necesario pararse sobre su propio eje.
Un niño aprenderá a amar porque fue amado. Sabrá escuchar porque fue escuchado. Será una buena madre o un buen padre porque seguirá su propio camino”.
Laura Gutman “Puerperios y otras exploraciones del alma femenina”