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DESCRIBA LO QUE VE O DESCRIBA EL PROBLEMA ( hemos de limitarnos a describir el problema, dando a los niños la oportunidad de entender por sí mismos lo que hay que hacer)
- DE INFORMACIÓN (no acusar, sino dar la información precisa)
- EXPRÉSELO SUCINTAMENTE (a los niños les disgustan los discursos, los sermones y las explicaciones largas. Cuanto más breve sea el recordatorio mucho mejor)
- COMENTE SUS SENTIMIENTOS (hemos de ser honestos, dando a conocer a los niños nuestros verdaderos sentimientos, pero sin necesidad de herirles)
- ESCRIBA UNA NOTA (en ocasiones nada de lo que digamos será tan concluyente como una frase escrita)
Se trata de tácticas muy provechosas, pero hay que tener en cuenta que ninguna de ellas funcionará con todos los niños. Ninguna se ajustará a todas las personalidades. Y, por último, ninguna será eficaz en todo momento. Lo que hacen estas cinco tácticas, sin embargo, es crear un clima de respeto en el que podrá germinar el espíritu participativo. No se trata de técnicas para manipular el comportamiento de tal manera que sus hijos obedezcan sistemáticamente. El propósito es apelar a lo mejor que hay en los jóvenes: la inteligencia, la iniciativa, el sentido de la responsabilidad, el sentido del humor, la capacidad de sensibilizarse ante las necesidades ajenas.
Queremos poner fin a ese discurso que daña el espíritu y ahondar en el lenguaje que alimenta la autoestima.
Queremos crear un clima emocional que impulse a los niños a colaborar porque se aman a sí mismos y porque nos aman a nosotros.
Queremos cimentar el tipo de comunicación respetuosa que deseamos que nuestros hijos tengan con nosotros ahora, en los años de la adolescencia y después- como adultos- en la edad adulta.
jo! menos mal que tienes puesto esto!
he prestao mi libro y me hacía falta re leerlo!
graciassssssss