COLABORAR EN CASA

Me permito compartir este artículo, que han colgado en la lista de Educando en Familia, por el interés que tiene para mí…

Las tareas del hogar, es decir, esos pequeños actos cotidianos que nos procuran confort, higiene, bienestar físico y orden en el entorno inmediato; han perdido todo prestigio y valor social. Desde que las mujeres hemos logrado circular en el mundo externo, todo lo referente a “la casa” quedó desprovisto de visibilidad. Por lo tanto, pretendemos huir de ese lugar inexistente. Quien queda atrapado, es simplemente porque no ha logrado escaparse a tiempo. Las mujeres cargamos con siglos de historia donde el encierro en el hogar y la responsabilidad del funcionamiento confortable constituían nuestra identidad. Vivíamos dentro de una cárcel emocional sin la movilidad ni la autonomía que ofrecían el “estar afuera”. Es comprensible que una vez que las mujeres hemos logrado cierto acceso a la libertad respecto al dinero y a la sexualidad, el hogar como terreno de obligaciones domésticas invisibles, sea vivido como un lugar donde nuestra estima queda lastimada. Sin embargo, todos necesitamos un mínimo de orden y confort para satisfacer necesidades básicas de higiene y alimento. Alguien se tiene que ocupar. Lo interesante es que todas las tareas domésticas son sencillas y hasta placenteras en sí mismas, pero el verdadero problema pasa por el valor que les otorgamos. Para las mujeres, es obvio que están teñidas de sometimiento y oscurantismo. Por lo tanto, raramente vamos a vivirlas como liberadoras -aunque despojadas de interpretaciones históricas- sean positivas y estén al servicio de las personas, incluidas nosotras mismas.También tenemos que admitir que los varones no terminan de asumir que las tareas del hogar son dominio de todos nosotros y nos competen a todos los adultos por igual. Por lo tanto, desde el hastío y la sensación de injusticia, transmitimos a nuestros hijos que las tareas del hogar son una obligación nefasta y que ya no encontramos allí identidad ni beneficio alguno. Frecuentemente “ordenar el cuarto” es una orden dirigida a los niños como castigo. Raramente “ordenamos juntos como parte del juego compartido”. Cuando pedimos colaboración a los niños, solemos estar ya enfadas, cansadas, sin paciencia y pretendiendo que ellos se hagan cargo de esa tarea “tan horrible” que nadie más quiere asumir. También sucede que estamos ahondando la brecha entre “el adentro” y “el afuera”.“Afuera” las madres y los padres trabajamos. “Afuera” los niños estudian y luego hacen múltiples actividades. En cambio “adentro” los niños permanecen pasivos (miran televisión) y los padres también estamos pasivos (miramos televisión). La actividad sucede afuera. La pasividad sucede adentro. Quiero decir que no hemos incluido la actividad hogareña como parte de las relaciones inter-familiares. Tenemos la sensación que ser buenos padres es hacer algo “para ellos”. Acompañarlos a sus actividades, llevarlos de paseo, compartir viajes o vacaciones, ayudarlos con la tarea de la escuela, regañarlos para que tomen su baño. En fin, todo eso está muy bien y da cuenta de padres presentes que se ocupan de que sus hijos crezcan saludables y desplieguen su inteligencia. Pero fuera de eso, nadie siente ni cree que las tareas hogareñas pueden convertirse en algo íntimo y sencillo que podemos compartir, que nos atañe a todos por igual, que nos organiza y nos ayuda a madurar. No es fácil ordenar los estantes, hacer las compras, llenar las alacenas, barrer, lavar o planchar la ropa con los niños dando vueltas alrededor, si creemos que esas tareas nos conducen nuevamente a un pasado aterrador y si lo hacemos velozmente y con hastío tratando en vano que los niños no nos molesten demasiado. Pero si pudiéramos detenernos y pensar qué tareas hogareñas podemos hacer con los niños, juntos, mientras conversamos o jugamos, veremos que algunas de ellas –no todas- son posibles. Va a depender de la edad de los niños, por supuesto. Y del tiempo que tengamos disponible, que ya sabemos, es muy escaso. Posiblemente sea útil empezar por el hecho de cocinar juntos. A algunas mujeres nos gusta la cocina. No lavar la vajilla, claro. Pero cocinar tiene ese costado creativo muy cercano a los sentidos. Hasta un niño muy pequeño puede cortar algún alimento con sus manos, otros pueden lavar unas verduras, otros aprender a encender el fuego con cuidado. Hacer pasteles es algo que todo niño adora, sobre todo si es el primero en comerlo cuando esté horneado. Y eso puede llevarlo a que lave algunos utensilios utilizados, subido a una silla alta, aunque desperdiciemos algo más de detergente que el necesario. Lo hará tan maravillosamente bien, que lo nombraremos sub director de la cocina. Luego, no siempre serán pasteles, algunas veces será la sopa, que por primera vez será deliciosa para el niño si participó en su elaboración. Limpiar no es tan atractivo. Sin embargo en lugar de pretender ordenar los juguetes de ellos, podemos tener ambos una escoba para el salón de la casa y barrer juntos, mientras alabamos las dotes de gran limpiador del niño en cuestión. Posiblemente quede tanto polvo como antes de empezar, pero mientras tanto hemos estado juntos. Y todos nos apropiamos de la casa como un lugar que nos invita a la actividad. Si se trata del cuarto de ellos, cada tanto nos sentaremos con ellos a ordenar, y a los pocos minutos van a descubrir algún juguete que no habían visto en mucho tiempo, perdido entre tantos objetos. Muy bien, que juegue. El niño sabe que estamos de todas maneras ordenando juntos. No es lo mismo que mirar televisión mientras la madre ordena sola y enfadada. Es verdad que no será fácil sostener una colaboración permanente. Y también tendremos que abordar los acuerdos que hayamos podido alcanzar con el padre de los niños, si es que hay uno en casa. Básicamente, si los adultos encontramos la manera de compartir el orden y la higiene que necesitamos, será más sencillo incluir a los niños desde pequeños. Cuando sean mayores, podrán tener alguna responsabilidad específica, y será posible implementarlo si la colaboración en alguna tarea a favor de todos estuvo siempre presente en la familia. Las mujeres y los varones hemos dado vuelta unas cuantas páginas de la historia. Ahora los acuerdos tácitos que perduraron durante generaciones respecto al poder, a la mujer como sirvienta y al hombre como amo, quedaron obsoletos. Sin embargo no estamos logrando aún verdaderos acuerdos para cohabitar. Ahí también tenemos un desafío, que puede suceder dentro de la invisibilidad del hogar, pero que es fundamental para la evolución de las relaciones humanas.
Laura Gutman

Hola

¡¡¡Regístrate para no perderte nada de paideia en familia!!!

15 comentarios en «COLABORAR EN CASA»

  1. En casa colaboran todos, incluído Iván. Aunque al principio hay que tener mucha paciencia,y dedicar más tiempo del habitual,a la larga es muuuy positivo para todos.
    Un besito,
    Natalia.

  2. Me ha encantado el artículo, muy bueno,totalmente de acuerdo. Con Elías me cuesta un poco pero vamos avanzando en eltema, con Sergi es distinto, ocho años después he hecho las cosas de modo muy distinto, él disfruta colaborando y siempre me “ayuda” en la cocina. Creo que va a ser un cocinillas. Grcacais por compartir el texto. Besitos
    Esther

  3. ¿Por qué a ellos se les nombra como varón y no hombre? ¿Por qué nosotras no somos damas entonces? ¿por qué con ellos se utiliza la palabra colaborar? ¿por qué asumimos SIEMPRE que es trabajo nuestro y ellos colaboran?

    Creo que el primer paso es abandonar el lenguaje sexista 😉

  4. Hola Paloma:

    Lei casi la mitad del articulo, y definitivamente no viene de mi blog, jiijijijij

    Todo lo que tiene matices de la falacia del feminismo, no va conmigo.

    Bye, bye

  5. Solo para aclarar mi punto de vista y que conste que no pretendo que ‎nadie lo siga ni ‎discutirlo:‎

    ‎“Las ancianas asimismo… Que enseñen a las mujeres jóvenes a amar a ‎sus maridos y a ‎sus hijos, a ser prudentes, castas, cuidadosas de su ‎casa, buenas, sujetas a sus maridos. “ ‎‎Tito 2:3-5‎

    Desde la creación la mujer tiene la tendencia a querer hacer las cosas ‎a su manera, por ‎eso la serpiente tentó a la mujer, porque la mujer ‎fácilmente se deja impresionar por ‎falsas ideas de libertad y de ‎igualdad.‎

    Fuera del modelo que Dios tiene para la familia solo hay ‎desorden, insatisfacción, ‎infelicidad, pobreza económica ( siempre nos falta el dinero para algo!), etc., Pero cuando ‎uno (la mujer) se ‎somete al modelo Bíblico y deja de ver al esposo como compañero o ‎socio del hogar, si no que lo deja que se comporte como hombre y le da el puesto de ‎cabeza del hogar sometiéndose a el, las bendiciones en todos los sentidos llegan hasta ‎‎cuando una esta dormida.‎

    Un día hablare en mi blog del Libro “El Camino a Casa, mas allá del ‎feminismo, de ‎regreso a la realidad” de Mary Pride.‎

  6. Perdona Perla, la verdad es que no me gusta publicar nada sin pedir permiso al autor, pero en esta ocasión al ver que era de Laura Gutman (que a lo mejor no es ni de ella)no lo vi necesario y mira que metedura de pata!!!!
    Lo siento, en cuanto pueda te contesto a tu comentario y al de Meninheira, ja,ja….tu lo encuentras feminista y ella machista…lo que es la vida.
    Yo no comparto ninguno de los dos puntos de vista, aunque la cosa es que esto sería para hablarlo tomando un café tranquilamente. Un beso.

  7. hahaha, nooo, ¿dónde dije machista? ¡¡dije sexista!! 🙂

    Yo es que estoy a favor de la igualdad pero empezando por cuidar el lenguaje, porque si estamos defendiendo la igualdad entre sexos y luego hacemos un uso sexista del lenguaje el mensaje queda desvirtuado. Hay que empezar a llamar a las cosas por su nombre, sin eufemismos, no se puede condenar el maltrato llamándolo “cachete”, “nalgada”, etc. No se puede abogar por la igualdad “pidiendo ayuda”, la casa no es de las mujeres, es de la familia: hombres (nada de varones por dios!!), mujeres, hijos,… En fin, sólo es mi manera de verlo eh?

    Un besito *

  8. Tienes razón Meninheira que no dijiste “machista” es que a estas horas de la noche la neurona me patina, ja,ja..Bueno pues aclarado el primer punto te doy mi opinión. Respecto a lo de “varón” yo creo que el femenino sería “hembra” y no “dama” ya que a una “dama” le corresponde un “caballero” ¿no? Pienso que los argentinos, al igual que otros amigos de sudamérica utilizan mucho el término varón cuándo hablan de hombres, de chicos, de niños, tal vez por eso, (si la autora del artículo es Laura Gutman) habla de este modo, simple costumbre. Y respecto a lo de “colaborar” si entendemos colaborar como “trabajar con…” tampoco estaría mal. En mi casa todos colaboramos, trabajamos juntos…No se tampoco lo considero incorrecto. Pienso que el lenguaje en este tema tiene un peso relativo, hace unos días leí un comentario que publicaba Sorina, la presidente de ALE, en la lista de educación libre (espero no volver a meter la pata )en lo cual decía lo siguiente, y estoy total y absolutamente de acuerdo:

    “Perdóname, vuelvo con otra cosa: si no te supone un problema, me
    encantaría que no pusieras los dos géneros cada vez que hablas de grupos de
    personas – alarga el texto y lo hace muy complicado para leer. Ya sé que es
    “políticamente correcto”, pero al leer es un agobio constante. Soy mujer y no
    me veo perjudicada por los textos que utilizan un único género cuando se
    refieren a mí. Ojalá los que nos gobiernan se fijen más bien en que nos
    paguen igual que a los hombres cuando hacemos el mismo trabajo y que nos
    reconozcan los trabajos “ocultos” de cuidado de la familia, en vez de vociferar
    para utilizar los dos géneros en lo escrito o hablado. Puede parecer que no soy
    una feminista; yo sí me considero feminista, pero desde el punto de vista
    práctico y real: necesito que me tengan en cuenta a la hora de pagarme, no de
    nombrarme en un texto, necesito que tengan en cuenta mi naturaleza de mujer y
    ofrecerme ventajas laborables en función de
    ello (conozco muchas mujeres a las que no se les renovó el contrato de trabajo
    por quedarse embarazadas, por dar sólo un ejemplo). Hay mucha hipocresía en
    torno al “feminismo”, por eso pido respetuosamente que se nos tenga en cuenta en
    lo primordial, pero sin entorpecer la buena marcha de una lectura o una charla
    por utilizar forzosamente los dos géneros cada vez que hay referencias a las
    personas.”

    Un beso Meninheira.

  9. Perla lo tuyo daría para hablar mucho, no entiendo bien lo que quieres decir exactamente con eso de “que el hombre se comporte como hombre” y mucho menos entiendo eso de “cabeza del hogar” o lo de “someterse a él”, me da la impresión de que hablásemos idiomas diferentes. En mi caso y en la mayoría de las familias homeschoolers, es la mujer la que está en casa con los niños y el hombre trabaja, lógicamente la mayor parte de organización, planificación etc…del hogar recae irremediablemente en este caso en la persona que pasa mas horas en él. Pero hemos de ser un equipo, no me imagino con cuatro niños, encargándome de su educación y de todo lo relativo a la casa. Cuando mi marido llega de trabajar, tiene que seguir trabajando en casa, me parece lo justo ¿no? Y los niños ahora son pequeños, pero crecerán y tendrán que trabajar como todos.
    Tu citas la Biblia y yo pienso que la lectura de la misma ha de ser existencialmente eficaz. Habría que hacer una lectura de la Biblia con plena fidelidad a Dios, pero también al hombre de hoy. He aquí unas preguntas que lanzaba un profesor que tuve y que ahora hago mias:
    ¿cómo interpretar, despues de Marx, el discurso sobre los lirios del campo? ¿Cómo leer, después de Freud, la página del pecado original? Y, ¿después de Gandhi, los relatos de las guerras santas? El obrero de una cadena de montaje, ¿puede rezar con toda el alma el salmo “El Señor es mi pastor”? ¿Y puede una mujer que lucha por la emancipación femenina leer pacientemente ciertas páginas de San Pablo?
    Tal vez lo que digo sea solo fruto de mi ignorancia pero no creo que se deba hacer una lectura literal de la Biblia.
    Un beso.

  10. Hola Paloma:‎

    Este es el tipo de conversaciones que no se dan bien en Internet, tratare de ser breve y que ‎conste que si no fuese por la confusión de la autoria del post del articulo, no me hubiera ‎gustado opinar en este asunto.‎

    ‎….“Habría que hacer una lectura de la Biblia con plena fidelidad a Dios, pero también al ‎hombre de hoy”….‎

    Como saber si la lectura de la Biblia debe hacerse también en base al hombre de hoy? ‎Quien dice eso? Como saber si quien lo dice esta en lo correcto? ‎

    Una vez que encontremos la persona(s) que dice que la Biblia debe leerse “también” en ‎base al hombre de hoy, Analicemos, Sabe esa persona mas que Dios? Si la respuesta es ‎‎“No”, olvidemos lo que dijo (la Biblia no da espacio para tal cosa) de hecho la simple ‎idea es blasfema. Si contestamos “Si” a la pregunta, pues ya tenemos un nuevo dios.‎

    La verdad no es relativa, la verdad no cambia. Los principios de la Biblia son eternos. ‎Nuestro Señor Jesucristo dijo “El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán”‎

    No hay nada que se puede decir para entender estos principios, no hay sabiduría humana ‎que ayude a tener discernimiento, Dios da entendimiento a quien El así lo tiene estimado. ‎‎“Mis ovejas escuchan mi voz; yo las conozco y ellas mi siguen”—Juan 10:27‎

    Marx, Freud, etc., ‎

    ‎““…, no tienen excusa. ya que, habiendo conocido a Dios, no lo glorificaron como a ‎Dios, ni le dieron gracias. Al contrario, se envanecieron en sus razonamientos y su necio ‎corazón fue entenebrecido. Pretendiendo ser sabios, se hicieron necios”…Como ellos no ‎quisieron tener en cuenta a Dios, Dios los entregó a una mente depravada…. “”‎

    Y sus teorías e ideas son muy depravadas, sin los escritos de estos individuos viviríamos ‎en un mundo mucho mejor.‎

    Es muy lamentable, pero hay muchas personas que han leído a Marx, a Freud a Platón, ‎etc, pero nunca han leído la Biblia. Entonces como saben distinguir entre la sabiduría y lo ‎demás? La Biblia es el estándar de Verdad, todo lo que no se deduce lógicamente de la ‎Biblia es falso por definición de verdad. Dios nos dio una medida de Verdad perfecta para ‎comparar, pero si la vara de medir que usamos es elástica o imperfecta el edifico nos saldrá pando si ‎no es que se nos cae encima.‎

    Pablo, Pablo fue un hombre que recibió sabiduría directamente de Dios, sus escrito no ‎merecen ningún reproche ni cuestionamiento. Si hay algo escrito por Pablo que no nos ‎gusta, o no entendemos, entonces debemos humildemente admitir nuestra ignorancia y ‎pedirle sabiduría a Dios y no cuestionar al Santo, ni tratar de adaptar las ideas Bíblicas a ‎nuestra mente minúscula o nuestra reveldia.‎

    ‎“Si fuerais del mundo, el mundo amaría lo suyo; pero porque no sois del mundo, antes yo ‎os elegí del mundo, por eso el mundo os aborrece.– Juan 15:19”‎

    El mundo ama, reverencia e idolatra a Marx, Freud a Platón, ( y cuestiona a Pablo),El mundo ama lo que no es de Dios.‎

    El el libro de Proverbios dice que hasta a los perversos creo Dios con un propósito, asi que no nos corresponde a nostros juzgar a estas “luminarias”.

    Ya pasando a la parte domestica del artículo Colaborar en Casa:‎

    No estoy en contra de los detalles del artículo sobre quien debe o no realizar trabajo ‎domestico (mujer, hombre, niños), de hecho personalmente creo que esas cosas ‎pertenecen a la intimidad y situación de cada familia.‎

    Mi rechazo al artículo esta en función de las ideas que introduce:‎

    ‎-‎Crea la ilusión de un conflicto para luego exponer su teoría. ‎
    ‎-Introduce como ciertas las idea de “evolución de la familia’ y otros términos que ‎necesitan probarse.‎
    ‎-Pretende redefinir roles.‎
    ‎-Discrimina el trabajo domestico del hogar.‎

    Es decir estoy en contra de las ideas a lo macro, ya en los detallitos, tips y opiniones ‎pues en eso no me meto.‎

    Seguro este conversacion personalmente seria mas productiva para ambas partes, pero la internte nos limita.

    Bye, bye

  11. Hola Paloma:

    Se me olvido, lo que el hombre se comporte como hombre, cabeza del hogar, etc, en todo me refiero a los roles Biblicos. No a roles humanistas que son las definciiones del momento, pero no por eso las correctas.

    Bye, bye

  12. Pregunta: El obrero de una cadena de montaje, ¿puede rezar con toda el alma ‎el salmo “El ‎Señor es mi pastor”?‎

    Respuesta: Si, para el fue hecho. Hasta los mártires en el momento de su calvario lo ‎pueden rezar, y hasta una madre que acaba de perder a su hijo. ‎

    Pregunta: ¿Y puede una mujer que lucha por la emancipación femenina leer ‎‎pacientemente ciertas páginas de San Pablo?‎

    Respuesta: No, probablemente para ella las cartas de Pablo son un escándalo, pero ese es ‎un ‎problema de la mente y el corazón de ella, no de las cartas de Pablo. Quizás ‎esta mujer ‎esta librando una lucha en contra de ella misma y arrastrando de paso al resto de mujeres ‎debido a su ignorancia.‎

Responder a ♥ meninheira ♥ Cancelar la respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Información básica sobre protección de datos
Responsable Paloma Estorch Ruiz +info...
Finalidad Gestionar y moderar tus comentarios. +info...
Legitimación Consentimiento del interesado. +info...
Destinatarios No se cederán datos a terceros, salvo obligación legal +info...
Derechos Acceder, rectificar y cancelar los datos, así como otros derechos. +info...
Información adicional Puedes consultar la información adicional y detallada sobre protección de datos en nuestra página de política de privacidad.