Condesa de Ségur

Hoy vuelvo aquí con dos intenciones:

En primer lugar, retomar la actividad en el blog. Me lo he propuesto muchas veces y al final siempre termino dedicando el 99 % del tiempo planificado para escribir a Instagram, y el resto a este blog en el que durante tantos años escribí de manera continuada. Y eso no puede ser… hay que retomar las buenas y  antiguas costumbres .

Este año me he decidido a simplificar mi vida todo lo posible. He llegado a tener unos niveles de estrés que no quiero permitir. Las redes sociales son realmente asfixiantes y voy a ver si consigo reducirlas a la mínima expresión. Es cierto que me gustan demasiado, y no creo que termine de dejarlas nunca del todo, pero vamos a ver si llego a controlarlas yo a ellas, y no al revés.

La otra intención de esta entrada es hablaros de un nuevo descubrimiento que he hecho durante estas Navidades. Aún no recuerdo muy bien la primera vez que oí hablar de la Condesa de Ségur, pero hace unas semanas y después de informarme un poco me decidí a comprar prácticamente todas sus obras. Soy así de impulsiva ja,ja,ja y al ser de segunda mano con un precio muy asequible no me importó arriesgarme. Por el precio de dos libros nuevos tengo seis tomos: horas y horas y horas de lectura en voz alta. Y estoy encantada de la vida, pero antes de contaros mis primeras impresiones con su obra vamos a ver quién fue esta mujer aristocrática.

«Las almas verdaderamente nobles quieren deber sus distinciones al mérito y no al nacimiento».

Orest Adamovich Kiprensky (1778 – 1836) Musée Carnavalet

 

¿Quién fue esta mujer y por qué estaría bien leer sus cuentos a nuestros hijos?

Sofía Fiódorovna Rostopchiná nació el 1 de agosto de 1799 en el seno de una familia perteneciente a la aristocracia rusa. Su padre era gobernador de Moscú durante la invasión del país por Napoleón I de Francia.

Más tarde su familia tuvo que exiliarse por razones políticas y terminaron viviendo en Francia, después de haber estado peregrinando por Prusia, Alemania e Italia. En París se convirtió al catolicismo y en el año 1819 contrajo matrimonio con el conde Eugéne de Ségur con el cual tuvo ocho hijos y del cual toma su nombre literario.

Empezó a escribir a la edad de cincuenta y ocho  años. Este dato me llamó la atención porque muchas veces pensamos que si no se hacen las cosas pronto vamos mal y en cambio no es así… Mis hijos adolescentes creen que no hay vida a partir de los veinticinco ja,ja,ja…El primer libro que publicó fue Nuevos cuentos de hadas y  tuvo tanto éxito que desde entonces no dejó de escribir historias infantiles con altas dosis de realismo y mensajes moralistas. Las novelas de la Condesa de Ségur (diecinueve) se publicaron entre 1857 y 1871 en la “Bibliothèque rose illustrée” por la casa editorial Hachette, una de las más importantes del siglo XIX en París. Además la biblioteca rosa fue una de las primeras colecciones destinadas exclusivamente al público infantil.

Y ahora que ya sabemos quién fue la Condesa de Ségur vamos a mi experiencia con lo primero suyo que hemos leído.

Empecé a leer el primer libro del primer tomo a mi hijo de ocho años titulado Las travesuras de Sofía. Al principio pensé que le resultaría demasiado «femenino e infantil» porque la protagonista es una niña de cuatro años. Pero la niña es tela marinera, y por la dedicatoria del libro a su nieta Isabel Fresnau, entiendo que es autobiográfico:

«Querida nena: ¡Cuántas veces me has dicho: Ay, abuelita, cuánto te quiero; qué buena eres! Sin embargo, has de saber, hija mía, que tu abuelita no fue buena siempre; antes, al contrario, como otras niñas que ella conoció, tuvo muchos defectos que supo corregir. En este libro te ofrezco lances y episodios de la vida real de una niña, a quien tu abuelita trató mucho, que era irascible y se volvió humilde; glotona y se hizo sobria; que era embustera y disimulada y se volvió franca y sincera; que era ladroncilla y se hizo desinteresada; en fin, que era mala y se hizo buena. A tu abuelita, en su niñez le ocurrió lo propio, pues, aunque alocada y traviesa, llegó a ser prudente y juiciosa. Sedlo también vosotras, mis queridas nietecitas. Os será tanto más fácil cuanto que, por dicha vuestra, no tenéis los defectos de Sofía».

Sofía es mucho más traviesa de lo que ha sido cualquier de mis hijos a esa edad ja,ja,ja.. Mi hijo desde el primer capítulo quiso que le leyese más. Es curioso como una obra escrita en el 1859 puede enganchar más a un niño que cualquier libro así en plan modernito escrito hoy día. La verdad es que la mayoría de las obras contemporáneas dirigidas al público infantil y juvenil son muy mediocres y los niños se dan cuenta del lenguaje simplón y les aburren. Además de Sofía, que es la protagonista, aparece también su primo Pablo de seis años.

Quizá lo atractivo es que a pesar de ser niños que están rodeados además de por sus padres, de criados, cocineros, jardineros viven infancias en las que los adultos no están todo el tiempo encima de ellos, ni mucho menos organizando sus juegos y sus vidas. Los niños gozan de mucha libertad a pesar de lo pequeños que son. Finalmente, Sofía, que en el fondo tiene buen corazón termina convencida de que, por el bien de todos, vale la pena ser amable, y buena persona.

Obviamente hay muchas cosas que nos pueden chirriar, pero hay que contextualizarlas. Estas obras tienen el encanto de transportarnos poco a poco a otro mundo. El escenario es el castillo de Fleurville, en la campiña francesa durante el Segundo Imperio (cuando Luis Napoleón Bonaparte gobernaba Francia). Se aprecia una clara división de clases sociales, pero también una crítica sutil de la autora hacia la nobleza sin horizontes en una sociedad que estaba empezando a cambiar.

La continuación de esta obra serían Las niñas modelo, 1859, donde vuelve a aparecer la figura de Sofía. Y Las vacaciones, 1859, donde se vuelve a saber de Pablo.

La buena noticia es que hay muchas obras de La Condesa de Ségur de segunda mano, y a muy buen precio por lo que creo que merece la pena darle una oportunidad. Seguro que no os arrepentís. Seguiré hablando en más entradas de esta autora porque estamos leyendo otras obras suyas y de momento nos están gustando mucho.

¿Conocíais los cuentos de la Condesa de Ségur? ¿Os apetece leer alguno? Ya me contaréis.

Continuará…