Crecer sin escuela.

¿Cabe a una criatura mayor felicidad que disfrutar la vida en libertad?

Lewis, Cautivado por la alegría.



Hay muchísimas personas que no saben de la existencia del homeschooling. Es algo en lo que nunca han pensado porque nadie piensa en lo que “no existe”. Cuando de repente se encuentran con alguien que dice que no ha llevado a sus hijos al colegio nunca y que los educa en casa inevitablemente se agolpan un montón de imágenes en su cabeza. Es como si un día un amigo nos contara que tiene unos colegas “extraterrestres”. Nosotros a priori le creeríamos pues ¿por qué nos iba a querer engañar nuestro amigo? Entonces haríamos un esfuerzo para imaginar a nuestro amigo tomando un té con los extraterrestres pero nos costaría hacerlo. Por tanto le acosaríamos a preguntas del tipo:

Pero ¿Los extraterrestres existen? Nunca lo había oído. ¿Y los extraterrestres como son? ¿Se parecen a nosotros? ¿Cómo te comunicas con ellos? ¿Qué comen? ¿Cómo se reproducen? ¿Y cómo los conociste? Ahora recuerdo que hablaban de ellos hace años en un programa en televisión…pero siempre pensé que no existían, bla, bla, bla…
Nuestro amigo soporta estoica y pacientemente nuestras preguntas, porque aunque él está acostumbrado al trato con los extraterrestres entiende que el resto de los mortales no e intenta explicarnos en nuestro lenguaje “humanoide” el tema.
Los que hacemos homeschooling, leemos libros sobre homeschooling, hablamos con frecuencia con familias homeschoolers, nos movemos en las redes sociales con el #hashtag  #homeschooling y podemos llegar a pensar que todo el mundo sabe de lo que hablamos y que tiene mucho más alcance social del que damos por supuesto.
Pero no es cierto. Seguimos siendo como decía hace años Meninheira: un murmullo.
Aunque el colegio sea un “invento” muy moderno realmente el concepto de homeschooling no deja de ser actual. Es verdad que durante siglos todo el mundo se educaba en familia porque no había otra manera de hacerlo. Aquellos padres de antaño no asumían de una  manera consciente el hecho de responsabilizarse personalmente de la educación de sus hijos. Más bien hacían lo único que podían  hacer, lo que todo el mundo. Si eran trabajadores sus hijos les acompañaban en sus quehaceres (ya fuera en el campo o en el taller) en cuanto se acababa la crianza propiamente dicha y si pertenecían a un élite generalmente la familia buscaba a tutores o profesores particulares para que sus hijos recibiesen una educación más esmerada.

Lewis escribe en su libro Cautivado por la alegría:

“Yo continuaba con mi educación en casa; mi madre me enseñaba francés y latín y una institutriz excelente, Annie Harper, todo lo demás”

Es como el nacimiento. Los niños nacían en casa porque no existía alternativa, lo cual es radicalmente diferente a las mujeres que hoy día decidimos tener a nuestros hijos en el hogar para proporcionarles la que consideramos la mejor bienvenida a este mundo. O la lactancia materna. Hasta hace pocos años solo había dos opciones o lactancia materna (de la madre o de otra mujer) o la muerte del bebé (excepto  casos extremos en que  sacaban adelante  a las criaturas con la leche de otra mamífera).

Es comprensible por tanto que algo tan revolucionario y novedoso como es la “educación en familia” del siglo XXI, sea inimaginable para la mayoría de las personas de nuestra sociedad. En realidad es tan complejo y tan sencillo como la vida misma.
Imaginad un mundo en el que estuviéseis siempre de vacaciones. No es exacto porque cuando estás de vacaciones no trabajas para conseguir dinero para vivir, pero luego hablamos de ese “pequeño detalle”. Imaginad unas vacaciones para siempre. ¿Qué haríais con vuestros hijos? ¿Qué hacéis con ellos durante las vacaciones? Pues resumiendo mucho ese es el homeschooling ja,ja,ja…
Es bonito ¡¡¡eh!!!
Cuando estáis de vacaciones os levantáis cuando habéis descansado lo necesario, después desayunáis tranquilamente, preparáis la comida mientras los niños ayudan en las tareas domésticas, o juegan, o leen o no hacen  “nada”. Durante el día podéis llevar a cabo un montón de actividades más o menos lúdicas y cada jornada suele ser diferente; dais paseos por la naturaleza, vais a un museo, una exposición, una obra de teatro, de tiendas. Lógicamente hay que poner  lavadoras, hay  que tender la ropa, ir a comprar…La única diferencia cuando estás de vacaciones son los horarios del trabajo y los colegios ¿no? Al no tener esa presión tienes más tiempo para vivir la vida.
Tanto si haces homeschooling como si llevas a tus hijos al colegio  todos necesitamos dinero  para vivir. El problema es que si no escolarizas a tus hijos  ellos necesitan estar las 24 horas del día con un adulto y obviamente esos adultos suelen ser  el padre o la madre. Uno de los dos miembros de la pareja o los dos tienen que aportar ingresos para la economía familiar y por tanto trabajar y simultanear eso con la crianza y educación de los hijos. Generalmente eso implica un cambio, ciertos reajustes y muchas familias optan por trabajar desde casa o con horarios diferentes fuera de casa o vivir con un único sueldo¡¡¡Creatividad al poder!!!! Fácil no es, pero se puede. De hecho no creo que exista alternativa educativa más barata que el homeschooling (ni siquiera la escuela pública).
Cuando estamos de vacaciones nuestros hijos no dejan ni un momento de aprender, sus cerebros, sus habilidades sociales siguen trabajando. Nos siguen haciendo preguntas y nosotros tenemos todo el tiempo del mundo para responderlas, consultamos libros, vamos a la biblioteca, buscamos en Internet…
Hay familias que durante las vacaciones utilizan libros de verano para repasar y no olvidar, llevan a sus hijos a campamentos para que aprendan inglés o artes marciales, otras sencillamente van atendiendo a los intereses de los niños de una manera más informal, dejando a sus hijos libertad para jugar, experimentar, explorar.
Pues así es el homeschooling. Hay familias que prefieren utilizar material escolar clásico y unas vidas estructuradas y otras son más libres. He conocido familias con horarios estrictos, que utilizan libros de texto y reproducen en gran medida el sistema del colegio. Las hay que son unschoolers y no siguen jamás un currículo. Y la mayoría utilizamos una mezcolanza de metodologías, currículos…El otro día leyendo La escuela de Yásnaia Poliana de Tolstoi me llamó la atención una cita que decía:

“Como todo ser viviente, la escuela no sólo se modifica cada año, cada día y cada hora, sino que está expuesta a diversas crisis, a desgracias, a dolencias”
Al leerlo pensé: ¡¡¡eureka, eso es exactamente el homeschooling: ¡¡¡Un ser vivo!!!
Cada familia es un mundo y yo solo puedo hablar de la mía. En nuestro caso solo se ocupa del tema económico mi pobre marido (él dice que es el trabajo más sucio, ja,ja,ja…y tiene razón pues tiene  menos reconocimiento social que el mío que ya es decir). Y yo soy la “suertuda”   que estoy siempre de vacaciones ja,ja,ja…Soy la que me ocupo del resto…o sea la educación de los chicos y el funcionamiento de la casa. Mi vida es más o menos como si estuviera de vacaciones pero siendo una adulta para cinco y sin delegar en nadie la educación de mis hijos. 
Por lo que durante los primeros años de crianza digamos que sería exactamente igual a cualquier madre o padre que no lleva a su hijo a infantil y después se va “complicando” pero solo ligeramente.
Obviamente formamos parte de una sociedad en la que en principio (pues está cambiando de manera vertiginosa) nuestros hijos necesitarán ciertos conocimientos básicos y quizá algún título. Si prescindimos de la escuela tenemos que volver a echar mano de nuestra creatividad y buscarnos la vida. Hoy día es muy sencillo y cualquiera puede hacerlo. Insisto cualquier persona con un nivel cultural medio y del primer mundo,  porque tenemos los recursos a un golpe de clic y sin movernos de casa podemos aprender lo que queramos y muchas veces de manera gratuita. Quizá el problema sea sobrevivir al exceso de información. De la misma manera que cualquier padre elige para sus hijos el colegio que considera mejor, cualquier padre que educa en casa se ocupará de elegir los materiales, las extraescolares, los profesores particulares (si son necesarios en algún momento, sobre todo para los cursos de bachillerato).
Y respecto a la socialización volved a imaginar que estáis de vacaciones. ¿Acaso os preocupáis de la socialización cuando vuestros hijos están de vacaciones? O más bien os tenéis que preocupar porque no les veis el pelo. 
Insisto y creedme porque es cierto: Los homeschoolers son sociables, no tienen ningún problema de este tipo. Los habrá más o menos sociables, más o menos extrovertidos, como si fuesen al colegio…no tiene nada que ver. Depende más del carácter de cada niño, de la genética, del temperamento de los padres, de lo sociables que sean los padres…de mil factores en los cuales el hecho de ir o no a la escuela no tiene gran peso. Por otra parte no hay que olvidar que existe, ha existido toda la vida y existirá el acoso escolar. Y eso no es deseable para ningún niño ni para ningún adulto porque el acoso puede darse a lo largo de toda la vida pero lógicamente a ciertas edades se tienen herramientas para gestionarlo mejor.
No creo que la escuela desaparezca nunca y tampoco sería algo deseable. Lo ideal es que haya libertad educativa y que cada familia pueda elegir lo que mejor se adapta a sus hijos y a su manera de vivir. La mayoría de las familias que hacemos homeschooling lamentamos esa ruptura  radical con el sistema educativo al que estamos abocadas y nos encantaría que fuese posible el diálogo, la cooperación y el enriquecimiento mutuo  entre ambas opciones educativas. Nuestros hijos podrían beneficiarse en un momento dado de las instalaciones, materiales o maestros de la escuela para ciertas materias y la escuela se podría beneficiar de la diferencia y las habilidades de jóvenes educados de otra manera más libre, menos convencional y estructurada.

“Voy al colegio por primera vez. Estamos muy desanimados. Mi hermano, que tiene más razón para estar así porque él si sabe lo que nos espera, no manifiesta abiertamente sus sentimientos. Ya es un veterano”

Lewis, Cautivado por la alegría.

Hola

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7 comentarios en «Crecer sin escuela.»

  1. ¡Excelente lectura! Es la primera vez que veo una explicación sobre el homeschooling tan clompleta pero sencillas de enteder. ¡Me encantó! En lo personal, llevamos 12 años de educación en el hogar.

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