Falta de expansión vital, falta de tiempos propios, falta de silencio…casi todo está organizado por unos adultos que parecen haber olvidado qué necesitaban cuando eran niños. Tanta programación desde fuera, actividad tras actividad, sin tiempos para revisar lo que acaban de hacer, para explicarlo, para tomarse una pausa, ! cómo no van a estar excitados !
Ese horario casi de fábrica, además de impedir el movimiento natural, que debe practicarse durante los primeros años, les lleva posteriormente a tumbarse en el sofá, pues se estancaron, no pudieron canalizar su energía, y entonces se les llama vagos. Haber sido dirigido continuamente, estar permanentemente rodeado de quince, veinte o veinticico iguales, porque es como están desde edades muy tempranas, durante siete horas o más, sumergidos en el ruido, en presencia de los demás, sin espacio propio, sin tiempos propios, todo esto va configurando desasosiegos, nerviosismo, y cuando regresa a casa necesita patear, y cuando va llegando a la pubertad, tumbarse.
NO OLVIDÉIS QUE LOS NIÑOS NO PUEDEN ESCAPAR DE LOS RITMOS EXAGERADOS QUE LES IMPONEMOS.
Carmen Fleta “¿Por qué? Hablemos de educación”.
Hola Paloma,
Sólo quería agradecerte por tu blog. Me sirve de inspiración. Me gustaría hacerte un par de preguntas, pero no encuentro un link a tu e-mail. A dónde te escribo?
Un saludo,
Ana
Me alegra que te sea útil. Ahora me voy de vacaciones hasta Marzo y voy a descansar de Internet pero te dejo mi correo: nazcaurpi@terra.es
nazcaurpi@hotmail.com
Un beso.