Hermanos: unos haciendo homeschooling y otros en el colegio

Este es un tema sobre el que reflexionado muchas veces ya que  lo ideal sería que cada hijo pudiese ser educado de la mejor manera para él. Todos somos radicalmente diferentes, por lo que a un niño le puede ir de maravilla educándose en familia y en cambio a su hermano mucho mejor en el colegio. De hecho yo se perfectamente que algunos de mis hijos han nacido para ser homeschoolers y en cambio otros se adaptarían a la escuela de maravilla e incluso pienso que  podrían estar contentos en ella.
Ahora que mi hijo mayor está terminando su andadura educándose en familia estoy “rebobinando” la película de estos últimos diecisiete años. Hay cosas que sin duda haría de otra manera, otras en las  que creo me he equivocado, pero también  veo lo que creo que he hecho bien y me hace sentir orgullosa. Observo a mi hijo y me gusta el joven que es y el adulto en el que se está convirtiendo y eso ya es buena cosa. Pero tiene cuatro hermanos detrás y no puedo evitar pensar: ¿y si fulanito fuera al colegio? Nadie conoce a los hijos como la madre que los parió ja,ja,ja…
Este pensamiento no es nuevo, desde que comencé a hacer homeschooling me surgió la duda y sabía que lógicamente lo que es bueno para uno no tiene por qué serlo para el resto y aún así tomé la decisión de que: “o todos o ninguno”.
Reconozco que no es lo ideal, que lo perfecto sería personalizar: tú en casa, tú en el colegio, tú en casa casi todas las asignaturas y otras en el colegio (esto no es viable en España, pero si en otros países) .Y esta última opción si que me parece excelente, sobre todo cuando van creciendo y necesitan ayuda académica.
Por lo que si tomé la decisión de todos en casa  fue por diferentes razones:
Lo primero es porque considero el homeschooling como algo que va mucho más allá de elegir un colegio bilingüe, un colegio público o uno concertado. No se trata de que el niño vaya a aprender a sumar en el salón de casa, en vez de en un aula con treinta niños más de su edad. Sino más bien de  asumir una filosofía de vida diferente, es pagar un precio (en ocasiones muy elevado) por la libertad. Eres libre de diseñar un currículo para tus hijos (eso si es totalmente personalizable), eres libre de enseñar lo que quieres, cuando quieres y donde quieres. Puedes por ejemplo pasar todo el día en el campo y a las ocho de la tarde cuando los demás niños cenan para acostarse temprano, ponerte  a estudiar con tus hijos matemáticas o filosofía. Puedes viajar en temporada baja. Puedes acostarte una noche a las dos de la madrugada viendo una peli en familia y levantarte al día siguiente a las 11 ¿o no? Visitar museos en días laborables, etc…Es un hecho que tus hijos aprenden todos los días, a cualquier hora, en cualquier lugar pero en ocasiones pueden necesitar tu presencia y es importante estar en el momento adecuado. Cuando educas en familia no es tanto por el hecho de que yo voy a enseñar más conocimientos a mis hijos y mejor que en el colegio. No estamos hablando de excelencia académica,  sino más bien de que quizá no me gusta el ambiente que se respira en la mayoría de los centros educativos, de que no quiero que etiqueten a mis hijos, de que deseo que se respete su ritmo de aprendizaje, que tengan tiempo libre para jugar, para dedicarlo a sus intereses auténticos.
Es evidente que la mayoría de estas ventajas desaparecerían en el caso de que hubiese algún niño de la familia escolarizado, pues los horarios del colegio son incompatibles con la libertad.
He conocido  familias homeschoolers en España algunos de cuyos hijos se educaban en casa y otros iban al colegio. El resultado  es que todas terminaron por dejar el homeschooling ¿casualidad? No lo se…Pero a mi particularmente me sucede que el día que tengo que hacer cosas fuera de casa todo es más caótico, me descentro. Pienso que por ahí pueden ir los tiros, si hay que ir a llevar a los niños, recogerlos, ir a reuniones de padres…debe ser muy complicado compaginarlo con el homeschooling todo si tienes más niños pequeños, pues rompes con las dulces rutinas hogareñas como desayunar o comer juntos tranquilamente, las lecturas en voz alta, las salidas a la naturaleza, etc…
Por otro lado la educación en familia es una opción mucho más económica que la escolarización, lo cual permite en algunos casos, que uno de los dos progenitores se quede en casa ocupándose de la educación de los hijos mientras el otro trabaja. Pero si ya hay algún hijo escolarizado habrá más gastos de ropa, transporte, libros de texto, material escolar etc…
Considero que el homeschooling es bueno, por eso lo hemos elegido para nuestros hijos y pienso que aunque algunos de ellos probablemente se habrían adaptado al colegio eso no significa necesariamente que les hubiese ido mejor que en casa, ni que fueran mejores personas o más felices.
También es importante señalar el hecho de que hasta ahora nunca me ha sucedido que ninguno haya pedido ir al colegio.
Y otro aspecto a tener en cuenta es la edad. El año que viene nuestro hijo mayor ya no será homeschooler pero con esas edades ya no participan de todas las actividades que se hacen en casa y por otra parte  son autónomos para entrar y salir de casa (no tanto para nosotros que vivimos en el campo), son autónomos a la hora de organizar sus tiempos de estudio, de ocio, deporte y otras actividades. Es como cualquier  joven de una familia que escolariza. Os aseguro que incluso estando en casa ya no están pegaditos a las faldas de mamá ja,ja,ja…

NOTA: Me tranquilizó mucho leer esto de un adulto que jamás pisó la escuela:

“Sucede que yo nunca he querido ir a la escuela ni siquiera “para ver”. ¿Por qué? Porque yo era feliz, porque no me faltaba nada, porque me sentía lleno en la vida, en la sociedad tamaño natural, y porque, entre los sabores, los olores, y las elecciones que constituían mi hogar, estaba uno, completamente natural entre nosotros, que era el de no ir a la escuela.
Y luego estaban los demás niños, que tenían que dejar siempre de jugar con nosotros para ir a hacer sus deberes, o que exclamaban sistemáticamente en cuanto se enteraban de que yo no iba a la escuela:”¡Oh!, ¡Qué suerte tienes!”.
Todo esto, muy rápidamente, me proporcionó los elementos  para una opinión personal y me hizo entender que mi posición era envidiable”.

ANDRÉ STERN Yo nunca fui a la escuela





Y ¿Vosotros que opináis? ¿Cuál es vuestra experiencia? ¿Conocéis casos de familias que tengan algún hijo escolarizado y otros haciendo homeschooling?

Hola

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13 comentarios en «Hermanos: unos haciendo homeschooling y otros en el colegio»

  1. Un bálsamo al empezar a leerlo. Las mismas sensaciones, preguntas. La mayor está escolarizada, tiene 16. Y como decís vos, muchas cosas giran al horario de la escuela… Pero a su edad ya se maneja sola, así que es bastante llevadero.
    Un abrazo!

  2. Coincido plenamente contigo. Tomamos la decisión y por desgracia aquí tiene que ser todo o nada.
    Yo no me arrepiento ni lo más mínimo, como mucho de haber empezado tarde jejeje.

  3. Hola Paloma.
    Yo no conozco ningún caso como el que planteas, pero sí tengo la propia experiencia de haber tenido momentos de escolarización y otros de homeschooling. Hemos pasado incluso por todas las experiencias posibles yo creo, jeje (colegio presencial, colegio a distancia, homeschooling legal/regulado, homeschooling alegal pero no perseguido y "homeschooling español").
    Entre todas las posibilidades, me quedo con el homeschooling sin dudarlo y, dentro de él, me quedo con el homeschooling libre (y a ser posible sin persecuciones).
    Pero es cierto que hay momentos y circunstancias en que necesitas de alguna de las otras opciones, o no te queda otra, y está bien que estén disponibles. Y a nivel general cada una puede tener algo positivo en un momento dado.
    Pero como bien dices, el homeschooling es una forma de entender la vida que va mucho más allá de las actividades. Yo puedo comparar el ánimo y la "salud mental" de la familia completa en unos y otros casos y te aseguro que fuera del colegio ganamos todos en tranquilidad y libertad. Y esto vale mucho.
    Supongo que habrá niños que les vaya mejor una cosa que otra, incluso el mismo niño puede tener etapas con necesidades diferentes, por eso lo ideal sería la flexibilidad para cada uno. Una educación a la carta de verdad.

  4. Todos o ninguno también es mi opinión y decisión. Sergi sólo pidió ir al cole de muy pequeño, pero después de que el hermano le dijera que eso era una cárcel de niños, no volvió a pedirlo. Ahora, ya con 12 años, le pasa como al caso de la cita… todos los envidian porque están hasta el cuello de deberes y tienen muy poco tiempo libre… y mi hijo es sencillamente FELIZ.
    Gracias por tu entrada, siempre las disfruto.
    Por cierto, en mi última entrada sales tú.
    Bsos

  5. Jime no sabía que tu mayor estaba escolarizada pero bueno ya es una mujercita. Me imagino que habrá querido ella y a esas edades ya tienen que poder elegir. Jooooo es que ya somos unas veteranas de guerra ja,ja,ja…Besos para toda la tropa.

  6. Hola Marvan. Yo tampoco me arrepiento de nada, cada vez me siento más feliz de haber optado por el homeschooling. Y es verdad que en tu caso te perdiste los primeros años que son tan bonitos pero después los has aprovechado bien y lo que te queda. Un besote.

  7. Jo Maribel pues si que has pasado por etapas diferentes y eso con uno ja,ja,ja…Es verdad que para la salud mental de la familia, el homeschooling puede ser lo mejor, aunque parezca lo contrario pues la mayoría de las familias están deseando que empiece el cole para poder organizarse sin niños, pero yo creo que es la falta de costumbre. Por otro lado es evidente que a cierta edad ya quieren volar, al menos el mío mayor a pesar de que yo creo que ha sido feliz todos estos años, no quiere ni hablar de la universidad a distancia. Quiere hacer lo que sea presencial y yo creo que es sano y normal. Un beso y gracias por contar tu experiencia.

  8. Esther muy bueno lo de tu hijo mayor, con ese argumento ya se le quitaron las pocas ganas que tenía ¿no? Yo también veo felices a mis hijos. Obviamente no hay nada perfecto y el homeschooling tampoco lo es pero…yo creo que estas infancias se asemejan bastante al sueño de cualquiera. A mi por lo menos no me habría importado vivir así mis primeros años.
    Ahora voy a tu blog.

    Besitos.

  9. ¡Hola Paloma!
    Cada familia deberíamos poder elegir con cada hijo lo que queremos hacer con respecto a la escuela. Yo tengo dos y dos.
    Aunque parezca sorprendente a la mayor le encanta el colegio, desde los tres años fue feliz, jamás lloró. El cole era su mundo y ahora el insti. Aunque no tiene ningún interés por lo académico es una persona tan social que sería imposible que aprendiera en casa.
    La melliza ama el colegio. Tanto por lo social como por lo académico, continuamente se rodea de libros y aprendizajes de todo tipo y disfruta cada clase con mucha pasión.
    Al niño no le gusta nada el cole. Una vez le hablé del homeschooling y desde entonces me comenta más de una vez si no es posible que el se quede en casa aprendiendo a su aire. Es completamente autodidacta y a pesar de que saca unas notas excelentes no se relaciona mucho y no le gusta que le manden hacer nada. Menos mal que mis chicos van a un cole sin deberes.
    La pequeña me dice muchos días que prefiere quedarse en casa y que le enseñe yo.
    Así que ya ves, yo si pudiera elegir a dos les mandaba al cole y otros dos me los quedaba.
    ¡Es genial que tu hijo mayor quiera ir a la Universidad presencial! Claro que es natural, aunque haya disfrutado muchísimo todos estos años aprendiendo en casa contigo llega una edad en la que quieren estar con chicos de su edad.
    Un abrazo.

  10. Hola Mayte, como siempre un placer leerte y saber de tu experiencia. Uyyyyy te veo haciendo homeschooling, a ti te iría de maravilla, tienes alma de madre homeschooler ja,ja,ja…
    Un besote y gracias por comentar.

  11. Hola Paloma:
    Llego aquí años después de que escribieras esta entrada. Como decía, estoy descubriendo tu blog…

    Me ha requete-encantado este artículo.
    Me ha conmovido encontrar referencias a algo que yo misma conozco y que me hacen una enamorada del homeschooling.

    Por ejemplo, cuando dices: “pues rompes con las dulces rutinas hogareñas como desayunar o comer juntos tranquilamente, las lecturas en voz alta, las salidas a la naturaleza, etc…”.

    Nosotros también vivimos en el campo. Cada tarde construimos, cocinamos, hacemos cualquier labor creativa juntos, y vamos juntos a pasear, bañarnos a la playa o el río, ir en bici, etc.

    Me doy cuenta de que uso mucho el “juntos”. Es que, ese “juntos” de muchos homeschoolers es un tesoro que da mucho fruto.

    Esta tarde en particular, mientras dábamos un paseo en bici, nos ha salido cantar en inglés canciones inventadas, muchas de gracias a Dios, pero también de otras cosas cotidianas. Hemos hecho inglés y poesía en un momento precioso, que propiciaba el fluir de la inspiración. Cuando hemos llegado a casa, a mis hijos les brillaba el rostro. Han disfrutado y han sentido mucha gratitud y felicidad.

    También hablabas de las lecturas en voz alta: hoy leíamos después de cenar, sentados en el porche, un libro precioso que se llama: “God’s wisdom for little boys”. Ayer leímos un capítulo de “Caddie Woodlawn”, y otro día, un devocional cristiano. Otras veces uno empieza a cantar una alabanza y el otro le sigue, y vamos leyendo las letras de las canciones… Así se nos pasa el rato hasta que tenemos que ir a dormir, por mucho que nos pese. Pero es que mi hija se despierta muy temprano, aunque vaya a dormir tarde, y si nos vamos a dormir muy tarde, al día siguiente no tiene fuerzas ni lucidez. La lectura juntos cada noche es un momento tan especial… Juntos, los cuatro (papá, mamá, mi hijo de 12 años y mi hija de 10).

    Mis hijos me repiten continuamente, para que no se me olvide, que a ellos les gusta más estudiar cuando yo estoy con ellos. A veces me impresiona la influencia que mi atenderles o no atenderles tiene sobre su desarrollo intelectual y emocional.

    Ellos no querrían ir a la escuela, y todavía no sabemos qué haremos cuando llegue 3º o 4º de ESO. ¿Esperarán a sus 18 años para sacarse el título y luego pasar al Bachillerato o un ciclo formativo? ¿Entrarán en 4º de ESO para sacarse el título a los 16? Bueno, como Dios dice, “no te preocupes, que Yo estoy contigo”. Así que, no me preocupo. Si hemos llegado tan maravillosamente bien hasta aquí, ¿por qué va a ser diferente después?

    ¿Tú cómo lo has hecho? Miraré a ver si tienes un artículo sobre el homeschooling a partir de los 14 años.

    No me preocupo. Es verdad que cuando en casa reina la paz de Dios, los días pasan como un sueño… (inmediatamente me vienen a la mente los que están en medio de guerra o hambre… ¿podrán ellos sentir la paz de Dios?)

    La verdad es que, llegados los 12 años de mi hijo, y viendo a los adolescentes de mis conocidos, me doy cuenta de que vamos muy muy bien. Que Dios siga guardando la armonía en nuestra familia.

    Gracias por compartir tus experiencias y reflexiones.

    1. ¡Qué bonito como cuentas tu vida! Es así, con sus luces y sus sombras… pero el homeschooling es probablemente una de las mejores maneras de vivir una vida de familia plena y feliz. Somos muy privilegiados por haber dicho si a la llamada que recibimos en su día para educar a nuestros hijos prescindiendo del sistema escolar. Me alegra mucho tenerte en esta casa y me encantan tus largos comentarios.
      Hay muchas entradas en las que hablo de las salidas de los chicos homeschoolers. En mi familia han estado haciendo homeschooling hasta los 18 años los dos mayores. Tengo en casa todavía uno de 16, otro de 14 y el de 7. Y mi intención, si Dios me concede salud será que sigan el mismo camino de los mayores. Escolarizar en plena adolescencia puede no ser buena idea. A los 18, en teoría ja,ja,ja, ya están formados, tienen las ideas claras… En mi caso son hombres que ya no se van a dejar manipular y además a esa edad ya han abandonado la peor etapa de la adolescencia.
      Un abrazo y gracias a ti. Aquí estamos para lo que necesites.

  12. He visto que escribo mucho. Disculpa. Como si no tuvieras nada más que hacer que leer nuestras repuestas…

    Es sólo al principio. La emoción de encontrar a una creyente española, y homeschooler desde siempre.

    Aun así, intentaré ser más considerada la próxima vez y escribir un poco menos.

    Un abrazo

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