Después de tener puesta la valla, y por supuesto el terreno cavado y abonado, ya podíamos empezar a sembrar. !Que gusto! !Aquí si que aparecían voluntarios por doquier…! El mantillo vamos a cogerlo a una finca cercana, excursión de la que disfrutan mucho los peques pues pueden ver a los caballos. El primer día que fuimos, había varias yeguas preñadas que en la siguiente visita ya estaban con sus potrillos recién nacidos. La escuela de la vida es así….siempre sorprendente y fantástica…
Fumigamos con “purín de ortigas”, que según parece fertiliza el suelo y fortalece a las plantas, de tal modo que no les atacan las plagas. (Ya os contaré si funciona al final de la temporada) Hasta ahora parece que va bien, el único inconveniente es que “huele fatal” y a los niños les encanta fumigar….!que se le va a hacer! Al fin y al cabo no me preocupa pues es natural….Al peque le chifla…
De momento comemos a diario unas estupendas ensaladas de lechuga y como tenemos tantas, he aprendido que no se comen sólo crudas que también se pueden hacer unas excelentes cremas de lechuga. Algunos días rabanitos y casi todos cogemos alguna fresita, que según dicen están dulces como la miel. No os puedo confirmar si es cierto o más bien pasión de horticultor, ya que no he tenido el gusto de probarlas…..Así de ingrata es la vida de las mamás…por cierto con las acelgas creo que no me va a suceder lo mismo….Hasta pronto amigos… Ah!! CONTINUARÁ….
Que bonito! que bien que los chicos podran experimentar todo el proceso.
Saludos!
Si, la verdad es que es un privilegio….