Ayer nos fuimos a pasar el día al campo, aprovechando que está todo verdecito y lleno de flores. Aunque todos los días vamos de paseo, a los niños de vez en cuando les hace ilusión eso de preparar las mochilas llenas de cosas, que por supuesto, vuelven encima de mamá. Se me ocurrió llevarme algo para pintar, me imprimí una mandala para mi, y los peques me pidieron otras para ellos. Total que después de comer y aprovechando la siesta del pequeño y la música de fondo con los pajaritos cantando, los tres nos pusimos a dibujar estos mandalas silvestres….
Lo que son los niños, desde que el otro día puse que no les interesaba mucho el dibujo parece que les ha entrado la vena artística….
Este mandala lo pintó Salvador, Gabriel prefirió ir por libre…..