“Hagan esta experiencia y descubrirán el tipo de unidad entrañable que
podemos crear con una realidad que es en principio distinta, distante,
externa y extraña a nosotros y luego se nos vuelve íntima. Aprendan de
memoria un poema, teniendo bien en cuenta que la memoria es una facultad
creativa; intenten darle vida, crearlo de nuevo como si fueran ustedes
los autores, cambien el ritmo una y otra vez, fraséenlo de un modo y
otro, hasta que toda su expresividad salga a superficie. Al cabo de unos
minutos, verán que el poema les parece algo propio, distinto e íntimo a
la vez, pues se ha convertido en una voz interior, en el impulso de su
actividad como declamadores. Adviertan entonces que entre ustedes y el
poema ha surgido una forma de unidad entrañable. Su actividad
declamatoria fue, en todo rigor, una actividad creativa, y, como tal,
transfiguradora; se convirtió lo distinto, distante, externo, extraño y
ajeno en algo íntimo, sin dejar de ser distinto.”
podemos crear con una realidad que es en principio distinta, distante,
externa y extraña a nosotros y luego se nos vuelve íntima. Aprendan de
memoria un poema, teniendo bien en cuenta que la memoria es una facultad
creativa; intenten darle vida, crearlo de nuevo como si fueran ustedes
los autores, cambien el ritmo una y otra vez, fraséenlo de un modo y
otro, hasta que toda su expresividad salga a superficie. Al cabo de unos
minutos, verán que el poema les parece algo propio, distinto e íntimo a
la vez, pues se ha convertido en una voz interior, en el impulso de su
actividad como declamadores. Adviertan entonces que entre ustedes y el
poema ha surgido una forma de unidad entrañable. Su actividad
declamatoria fue, en todo rigor, una actividad creativa, y, como tal,
transfiguradora; se convirtió lo distinto, distante, externo, extraño y
ajeno en algo íntimo, sin dejar de ser distinto.”
Alfonso López Quintás “La creatividad en la vida cotidiana”