Pero mientras me queden fuerzas seguiré “siempre para adelante”. Nadando contra corriente, lo que suele resultar extenuante y aunque he de reconocer que muchas veces me encuentro muy sola, es el precio que tengo que pagar por intentar seguir mi camino, hacer lo que pienso que es mejor para los míos. Creo que era Julián Marías el que decía que el hombre es “radical soledad”, estoy absolutamente de acuerdo. Repito que se trata de una aventura fascinante pero la incomprensión de los demás (sobretodo cuando se trata de personas que se supone que te aman) a veces te produce dolor y sientes ganas de abandonar. Se me vienen a la cabeza el diálogo entre Juan Salvador Gaviota y sus padres:
“-¿Por qué te resulta tan difícil ser como el resto de la Bandada, Juan? ¿Por qué no dejas los vuelos rasantes a los pelícanos y a los albatros? ¿Por qué no comes?!Hijo, ya no eres más que hueso y plumas!
– No me importa ser sólo hueso y plumas, mamá. Sólo pretendo saber qué puedo hacer en el aire y qué no. Nada más. Sólo deseo saberlo.
– Mira Juan –dijo su padre, con cierta ternura-. El invierno está cerca. Habrá pocos barcos, y los peces de superficie se habrán ido a las profundidades. Si quieres estudiar, estudia sobre la comida y cómo conseguirla. Esto de volar es muy bonito, pero no puedes comerte un planeo, ¿Sabes? No olvides que la razón de volar es comer.
Juan asintió obedientemente. Durante los días sucesivos, intentó comportarse como las demás gaviotas; lo intentó de verdad….”[1]
Quisiera seguir los pasos del “terco” de Juan Salvador Gaviota que siempre obedecía a sus propias reglas pues se sabía en lo cierto, que prefería volar a comer y que finalmente “aprendió a volar y no se arrepintió del precio que había pagado….”
[1] Juan Salvador Gaviota Richard Bach ED. Javier Vergara Buenos Aires 1986
Pues me parece de una falta de educación y de respeto importante, que ya habla de cómo fue la educación de esa persona, tanto por parte de su familia como del colegio al que asistiera.
Y por cierto, ¿esa persona conoce o ha leído algo de educación? Porque en esos casos lo mejor suele ser dejarla en evidencia preguntándole por sus conocimientos sobre el tema, y poniéndose uno en plan profesional del tema. A veces terminan callándose si uno le, digamos, avasalla, con estudios y autores y libros.
Ánimo, Paloma. 1beso.
Animo Palomilla,te agarrò baja,acabas de tener a Samuel y te entendemos perfectamente,es agotador el estar dando explicaciones.A mi nadie me las dà y tampoco me interesa,pero hay dias que pueden ser muy duros,trato de tener la lengua afilada pero no siempre se està de animos.
Imaginate mi situaciòn,a punto de parir,agotada,Camilo siempre meado hasta las rodillas y la gente dale que dale.
Animos,no podràn con nosotros,
Un beso
Paloma, cuanto te entiendo… me pasa muchas veces, claro que no me pasa con la escuela porque Eli si va… pero me pasa con el colecho, la teta a demanda, el pañal, si hablan o si no hablan, si estan prendidos a mamá o si no están… es casi todo el tiempo. Y yo no parí hace un mes, mi puerperio terminó hace un tiempo, igual, así como estoy con “todas las luces” me pasa que no se reaccionar a tiempo, o como a mi hubiese gustado.
Leí Juan Salvado hace como 15 años, ahora tengo 30… me abrió las ganas de vivir una vida diferente, y acá estoy… buscando mi vida, la de nuestra familia, buscando lo que a nosotros nos hace bien, y en ese andar me encuentro con gente que aporta y otras que pone piedras en el camino creyendose Dios. A veces me pasa que es Alejandro (mi pareja) el que pone las trabas, y me duele, y me cansa, y me agota tener que explicar mil veces, buscar comprensión, volver a acordar lo ya acordado… este año fue muy duro en cuanto a conseguir ese entendimiento por parte de él, pero lo logramos, aunque algunas veces pienso: preferiria no haber descubierto la magia de la vida porque es muy agotador nadar contra la corriente. Son recaidas, que me pasan a mi, claro. Me agoto, me canso… hasta que me reencuentro, miro a los chicos, veo eso que vos contas que los demás no valoran: el respeto, los valores, el amor, la felicidad, y todo ese aprendizaje desde el alma que no lo da el afuera, solo lo dan los padres y es entonces que sigo 🙂
La fuerza para seguir, la seguridad, la verdad que te guia: estan! A veces pareciera que no, pero están! Estas cosas pasan para reconfirmarnos 🙂
Un abrazo grande!
Si María tienes razón “la ignorancia es muy osada”. Frecuentemente las personas que más pegas ponen a este tipo de educación son las que menos saben del tema, no les preocupa ni les ha preocupado jamás..hablan sin conocimiento de causa.
Gracias Malvina, siempre consigues hacerme sonreir…
Jime yo también te comprendo…perfectamente. A mi con lo de la teta, el colecho etc..me han dejado por imposible, pues ya son siete años. Eso también me ha dado muchísima seguridad. Respecto a lo de la pareja también te comprendo pues además se suele juntar todo, inmersa en un estado emocional loco, la familia en contra, el marido que hace ciertos comentarios desafortunados y encima los niños insoportables…todo el día peleando, llorando. Un fracaso y además no tienes a quien culpar…. Es el momento de seguir CONFIANDO. ¿verdad?
Por cierto Jime ¿tienes un blog? si es así dímelo, me encantaría leerte. Un beso y gracias a TODAS.
Si, Paloma, tengo un blog, con gusto te lo dejo:
http://unamasunotres.blogspot.com/
Besos! y es un placer leerte, paso a diario 🙂
Querida Paloma, hoy he descubierto tu blog. Tengo dos hijos, de 12 y 8 años, pero no he seguido mis primeros impulsos que fueron educarlos en casa, si no que los he llevado al cole. Hasta los 6 años fueron a una Escuela Infantil, en la que se les educaba en valores, libertad, respeto, ecología, … y no se les obligaba a leer si no que se le ofrecía y se respetaba su ritmo. Un día, una tía de mi marido que se cree muy instruida también examinó a mi hijo mayor, con letras y sumas que él todavía no sabía responder, o al menos no como ella las planteaba. Yo sí sabía qué responderle pero me tuve que morder la lengua por ser quien era. Con esto te quiero decir que da igual que tus hijos estén “escolarizados” o no, siempre habrá incultos que metan la pata y no respeten tu opción sea cual sea. ÁNIMO Y SIGUE ADELANTE. Besitos. Pilar Márquez
Gracias Pilar, me pilló en un momento muy delicado, acababa de nacer mi cuarto bebé y lo que me menos me apetecía era discutir. Ahora lo veo de otra manera, ahora cinco meses después no lo permitiría y desde luego iba a defender a mi hijo como una “loba”. Pero si, la gente siempre tiene que hablar de más, en tu caso imagino que también te culparían por llevar a tu hijo a un colegio en el que no aprenden nada ¿no?
Un beso y a seguir la lucha…