VIVIR SIN TELE VI

Esto parece una cruzada anti-televisiva, por lo que va a ser el último post sobre la tele, al menos de momento. Este momento de las vacaciones puede ser un momento ideal para darle vacaciones también al aparatito y probar que tal nos va la vida sin él.
Aunque llevo bastantes años viviendo sin televisión, ella siempre estuvo presente en mi vida y nunca me cuestioné nada acerca de la misma, era lo habitual…..mirar la tele después de hacer los deberes del cole, los domingos y los sábados después de comer…lo que hacían o hacen todavía la mayoría de niños, jóvenes y adultos de nuestra sociedad. Podríamos afirmar que el uso de la televisión es algo universal, la encuentras en casas de personas ricas, pobres, cultas, ignorantes, conservadoras, liberales, de una u otra tendencia política o religiosa….
La primera vez que oí que algunas personas nunca veían la tele, fue en la facultad y se trataba de algunos profesores despistados y frecuentemente absortos en sus investigaciones y estudios. Ello me producía cierta sorpresa pareciéndome curioso e incluso simpático…. pero al fin y al cabo eran filósofos, siempre un tanto chiflados y fuera del mundo…
Cuando mi marido y yo nos casamos, al organizar la casa no reparamos en la televisión, era algo que nos traía sin cuidado ya que la vida en el campo tampoco te deja demasiado tiempo libre…siempre hay algo que hacer y además bastante más, sino atrayente, al menos más urgente.
Heredamos una muy antigua de mis padres que desecharon al mudarse, la colocamos en un rincón del salón (en el suelo) y ahí estuvo un tiempo. Algunos familiares “preocupados” por nosotros nos dieron dinero para comprar un artefacto en condiciones y nosotros que veíamos muy bien un canal o dos…pensamos que a ese dinero le podíamos dar mejor uso, por lo que nunca llegamos a tener una tele mejor. Cada vez se veía menos y cuando nuestro hijo mayor tenía unos dos o tres años en un “destrasteo compulsivo” que me afecta en cada embarazo, convencí a mi esposo para que la donase y de esta manera tan sencilla nos libramos del extraño.
O sea que en realidad no fue algo muy pensado ni meditado sino más bien algo que nos llegó, parece ser que más pronto o más tarde tenía que salir de nuestras vidas…
Aunque hay que reconocer que es muy poco habitual vivir sin una tele en casa, esto no quita que algunos hayamos logrado sacarla de nuestros hogares y cada día nos encontremos más felices de pertenecer a esta minoría. Y estas son algunas de nuestras razones:
• En nuestro deseo de proteger a los niños y proporcionarles un ambiente adecuado para su desarrollo, consideramos la televisión como una amenaza y un peligro. Son pocos los espacios libres de violencia, agresividad, malas palabras, sensacionalismo, falta de respeto, manipulación, invitación al consumo desmesurado, sexo distorsionado etc.…
¿De qué me sirve educar a mis hijos en valores si luego los dejo ante las imágenes de la televisión, de los dibujos, de los anuncios? Selecciono cuidadosamente los libros que les leemos, los lugares a los que acudimos con ellos, las amistades, los ambientes, la música que escuchan, nuestras conversaciones…todo ello buscando que cada vez sean mejores personas y un poco más sabios. Y nada de esto ejerce una influencia tan tremenda como las imágenes televisivas, no hemos más que mirar a nuestro alrededor para ver como las niñas y los niños abandonan cada vez antes la infancia (quemando etapas preciosas) y se visten imitando a las cantantes, modelos, presentadoras e imitan sus maneras, sus ademanes, sus comportamientos, muchas veces con desastrosas consecuencias…
• La televisión siempre o casi siempre es motivo de “conflicto” en las familias, de hecho es frecuente que en muchas casas haya tantos aparatos como miembros tiene la familia, para que cada uno pueda ver lo que quiera…Termina distanciando. La tele reduce casi inevitablemente el encuentro y el diálogo.
• El tiempo que se le dedica, se le roba a otra actividad y bajo mi punto de vista, casi cualquier cosa es más rica y provechosa para el cuerpo y para el espíritu. La lectura, el juego, el diálogo, el trabajo, pero incluso el no hacer nada…puede ser pero que muy interesante.
• Yo creo en la autorregulación y se la permito y fomento a mis hijos, en la medida de lo que considero razonable. Pienso que sus cuerpos son sabios y saben cuándo necesitan ingerir alimentos o bebida (pero dándoles a elegir alimentos y bebidas sanas y naturales) También dejo que se pongan mayor o menor abrigo escuchándose a ellos mismos y no a mi, les dejo bastante libertad de movimientos, vamos que confío en ellos…pero discrepo absolutamente con los padres que equiparan todo lo mencionado con la televisión, el ordenador o a las consolas. Todo esto no es natural sino extraño y ajeno a la naturaleza humana. Yo puedo dejar a un niño que elija si quiere merendar plátanos, naranjas o pan con aceite…pero nada de esto se puede poner al lado de una bolsa de chuches, de chocolatinas o de patatas fritas. Parece muy obvio que no es lo mismo… Y aunque ciertamente llegase ese momento en que se “empachasen” de tele y no quisieran más, ¿qué imágenes han visto? ¿de qué manera les ha afectado o impactado? La mayoría de las veces no hay un adulto al lado, además me imagino que si les interrumpes constantemente para mostrar tu desacuerdo finalmente es un sinsentido. Si no te gusta para qué lo ves. Si estás constantememente criticando o censurando la programación que ofrece la parrilla televisiva,lo más sensato parece apagarla o incluso ni encenderla. No entiendo que mucha gente siempre hable mal de la tele, no le guste nada que sus hijos estén “enganchados”, que pierdan tanto tiempo etc…pero en cambio ni se planteen regalarla, proponer otro tipo de actividades, hacer algo juntos como familia, algún voluntariado…las posibilidades son casi infinitas y se acabaron todos los problemas.
• Estoy convencida de que los niños tienen derecho a lo mejor, a todo aquello que les pueda nutrir, enriquecer, proporcionar seguridad y nosotros somos los que se lo hemos de proporcionar. Son organismos en pleno desarrollo, creciendo e impregnándose de todo lo que les rodea y la televisión suele generar sentimientos de inseguridad o de miedo, en muchas ocasiones por el sensacionalismo de las noticias. No es lo mismo hablarles de la guerra, leerles la noticia de un periódico, que presenciar una imagen para la cual no están preparados ni maduros. No todo es lo mismo, no todo vale y además no se puede decir: “lo observé y no pasó nada”, lo malo daña siempre. La filosofía que impera en los medios como la televisión es frecuentemente el dinero y nada más, aparte de intereses políticos o ideológicos determinados que casi con toda seguridad no son los nuestros.
• Ciertamente hay programas buenísimos y muchísimas familias maravillosas comprometidas con la educación de sus hijos que no les dejan solos ante las pantallas, que comentan con ellos, les enseñan a ser críticos y no creer todo lo que dice la tv, que seleccionan lo que van a ver, eligiendo tan solo aquello de calidad. Pero personalmente y en mis circunstancias actuales me parece un trabajo tan grande, que no me merece la pena, pues esos beneficios los puedo obtener utilizando videos o programas que puedo poner ocasionalmente en el ordenador y me evito la tentación de terminar utilizando la tv como niñera. No se trata de rechazar la tecnológia, sino tan solo de utilizarla en tanto en cuanto me beneficia.
• Tampoco creo que sea demasiado sano para los críos estar expuestos a la tele, sentados, pasivos…Y luego pasa frecuentemente que cuando no hay tele se aburren, no saben que hacer, están demasiado acostumbrados a que les entretengan y no saben buscarse sus propios recursos…Me recuerda a este relato que me encanta:
“Anoche mi mamá y yo estábamos sentados en la sala hablando de las muchas cosas de la vida… entre otras estábamos hablando del tema de vivir y morir.
Le dije: ‘Mamá, nunca me dejes vivir en estado vegetativo, dependiendo de máquinas y líquidos de una botella. Si me ves en ese estado, desenchufa los artefactos que me mantienen vivo. ¡PREFIERO MORIR!”
¡¡Entonces, mi mamá se levantó con una cara de admiración … y me desenchufó el televisor, el DVD, el cable de canal +, Internet, la PC , el mp 4, el cable de la cámara digital, la Play Station, la consola Wii , el teléfono fijo, me quitó el móvil, la web cam, la ipod y el tamagochi. y me tiró todas las cervezas y coca-colas!!!
¡¡CASI ME MUERO!!
• Hay también un motivo estético que no por frívolo he de ignorarlo, y es que no me gustan nada las televisiones por lo que no se donde ubicarlas y todavía ¡¡¡¡aquellas televisiones de antaño cuadraditas tenían su encanto!!!!!!, pero los “plasmas” de ahora no, nooooo y lo que más odio son las antenas y al vivir en una casa baja nuestro tejado tendría que llevar una de ellas, je,je…(Esto es sólo una broma…)
Y estas son algunas de nuestras razones( en los anteriores post he mostrado alguna más) para no tener tele, nunca se sabe si… tal vez… más adelante…Hasta ahora los niños nunca nos han pedido una (por lo cual todo es demasiado fácil), saben de su existencia pues la ven cuándo van a casa de familiares, de amigos, en restaurantes, en tiendas y ni que decir tiene que se quedan hipnotizados y es cuándo yo suelo bromear en voz alta y decirles: “¡¡¡¡pero chicos parece que nunca veáis la tele!!!!”
Ellos son conscientes de que en cada familia se tienen unas costumbres y que muchas de ellas difieren con las nuestras y ya está. Hasta ahora este tipo de cuestiones no les afecta, al fin y al cabo es obvio: Todos somos diferentes.

Estas familias las encontré aquí.
Este post fue también publicado originalmente en “paideia en familia”

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6 comentarios en «VIVIR SIN TELE VI»

  1. Paloma, aplaudo tus decisiones y ma has hecho reir con la escena de desenchufrale al crio todo los aparatos, para no vivir como un vegetal, muy bien el ejempo
    Deseo que el embarazo siga su buen curso, Dios nos eschucha.
    Un beso
    Sor.cecilia

  2. Paloma, tienes un nombre muy lindo y muy español, yo conosco a la Virgen de La Paloma, tu patrona.
    Recien visito tu blog, no sabía de su existencia, me gusta mucho, ya me inscribí como seguidora.
    Te felicito por tu embarazo, un bebé es el más lindo regalo de Dios. Hoy espero en cualquier momento la llegada de mi cuarto nieto, el primer hijo de mi segundo hijo, está más nervioso que mi nuera, que ya tiene 2cm. de dilatación, yo rezo tan nerviosa como ellos que todo salga bien.
    Me ha gustado conocerte, siempre te visitaré.

    Con mucho cariño desde San Isidro.- Perú

    María del Carmen

  3. Hermana a mi también me hizo reir mucho la escena, ja,ja…Se que Dios nos escucha, espero que se vayan solucinando tus problemas de saludo. Un beso.

    María del Carmen gracias por tus palabras y enhorabuena por tu cuarto nieto, seguro que todo ha salido bien. Conocí tu tierra, viajé en dos ocasiones y me enamoré del Cusco, de sus gentes, muchas veces pensamos en volver mi marido y yo pero con tanto chiquillo….es casi impensable. Tuvimos ocasión de estar en la casa de Martín de Porres y a mis niños siempre les cuento la historia de "fray escoba", les encanta. Muchos besos y espero verte por aquí a menudo.

  4. Me encanta su blog. Somos argentinos. Tenemos 6 hijos y tampoco tenemos tele!! No puedo creer que hay algunos más!! Es perder el tiempo. no estudian, discuten, se pelean, desobedecen. Bastante hay que luchar ya pararque hagan la tarea y se bañen a horario… Y para ver qué??' Tenemos un DVD y seleccionamos alguna película que vemos juntos.
    Cristina, de Buenos Aires

  5. Cristina es poco común vivir sin tele pero pienso que cada vez hay más familias que prescinden de ella totalmente o la usan tan sólo para ver películas.
    Vaya bendición tener 6 hijitos!!!! bueno nosotros estamos esperando al quinto bebito.
    Un saludo desde España familia…

  6. Hola. Un gran saludo. Tampoco tenemos TV en casa tenemos una hija de 3.5 años y su imaginación se desborda cada día con tantos juegos q salen de su cabeza, es poquita yendo a una librería de niños y nos pide libros, es imparajitable el libro con el cuento todas las noches, la oración y una canción para dormir, nunca nos la rebaja ninguna de las 3. Tenemos un proyector en nuestro cuarto y vemos pelis con ella, con crispetas o pizza solo los fines de semana en la noche y ella lo tiene claro. Tenemos tiempo para jugar y ya esta bastante adelantada en lectura y escritura.
    Somos una familia feliz sin TV

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