Yo confieso…

He leído hace poco en varios lugares diferentes, algo así como que aquello que te gusta cuando eres pequeño, en realidad es tu vocación, tu lugar en el mundo, aquello que te va a hacer feliz toda la vida.
Nunca me había dado cuenta de ello pero estoy comprobando que es cierto. Cuando yo era pequeña me encantaba jugar con muñecas, pero no muñecas tipo Barbie sino bebés. Con las Barbies no sabía que hacer, de la misma manera que ahora no se ni maquillarme, ni andar con tacones, ni vestirme algo diferente a unos vaqueros o una camiseta. O sea me gustaba jugar a ser mamá. De hecho estuve pidiéndome muñecos para Reyes hasta una edad en la que ya no se podía decir que te habían traído una muñeca pues se suponía que lo que te tenían que gustar eran los chicos. También me gustaba leer y escribir. Y unos “poquitos” años después y debido a que empecé a tomar cierta distancia del mundo y de lo que los demás podían esperar de mi, estoy haciendo lo mismo que de pequeña. Básicamente cuido de mis muñecos de carne y hueso, leo y escribo.
También hago otras cosas, pero más por obligación que por devoción. No se por qué los Reyes se empeñaban en traerme juguetes que jamás me gustaron, como juegos de café, cocinitas y no hablemos de la plancha. Con la plancha si que se estrellaron bien…Hace unos meses saqué “in extremis” la plancha (ya no me acuerdo ni para qué) y me rodearon los cinco sin dar crédito a lo que estaban viendo y no hacían más que hacer preguntas tipo: ¿pero mamá que haces? Y yo: chicos cuídado que quema…porque claro como no la han visto en la vida…
Cierto que ahora me paso el día cocinando, pero más que nada porque me gusta  comer bien y si delego muero de hambre, si o si.
Por eso estoy proponiéndome estar muy atenta a lo que veo que les gusta a mis chicos realmente, para en la medida de mis posibilidades ayudar o al menos no interferir en sus diferentes vocaciones. Yo creo que con no  interferir ya estaría haciendo las cosas más o menos bien. Porque se trata de algo muy frágil. Fácilmente te puedes dejar engañar y desviarte de tu auténtico y único camino. Yo creo que si hubiera seguido con mi trabajo que no tenía absolutamente nada que ver conmigo, nunca habría criado a mis hijos como lo estoy haciendo y no sería nada feliz.
Lo más triste es que creo saber cual es la vocación de todos y aquí es cuando os voy a hacer una confesión sincera. Desde que yo era muy cría a parte de las muñecas y los libros me gustaba encontrarme cosas y además tenía una habilidad especial. Siempre me encontraba algo útil aunque aquello no era algo muy bien visto. De hecho me costó muchos disgustos lo de mirar “disimuladamente” en los contenedores. Un novio casi me deja por encontrarme un jersey divino de la muerte y ponérmelo (nunca entendí por qué, pero menos mal que no me casé con él) 
Y cuando conocí al padre de mis criaturas, supe que había encontrado al amor de mi vida el día que nos topamos ante un contenedor repleto de cosas útiles y le dije tímidamente: ¡¡Uy, mira que de cosas!! y se lanzó con los ojos abiertos como platos y una sonrisa de oreja a oreja y se puso a rebuscar como el que ha encontrado el mayor de los tesoros. 
Yago con dos de sus muñecos favoritos.
El grande es Paco, nos lo encontramos un frío
día de invierno en la basura. El negrito es
también de contenedor y su super preferido.
Ahora está muy de moda el reciclaje, la segunda mano, restaurar cosas que te encuentras en contenedores pero hace unos años las personas “decentes” no buscaban en la basura ja,ja…
Todo este rodeo ha sido para contaros que mis hijos (de momento los cuatro mayores) han heredado la vocación de sus progenitores y es ver un contenedor y allá que van de cabeza y ¡¡¡con las cosas que tira la gente!!! 
No hay día que no salgamos de paseo y no volvamos a casa cargados, es una vergüenza. Yo no se si será una conducta aprendida o algo irá en los genes o un poco las dos cosas, pero la cuestión es que a veces cuando los veo peleando con el latín, el álgebra o los vectores pienso: A lo mejor no me tenía que afanar tanto, aunque luego en seguida me reafirmo en eso de que ¡¡el saber no ocupa lugar!!
Que si van a ser una cuadrilla de chatarreros honrados y felices y encima saben latín pues oye eso que se llevan “pal cuerpo”.
Lo único es que no se si va a beneficiar a la imagen del homeschooling español ja,ja…

Hola

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10 comentarios en «Yo confieso…»

  1. Jjajajajaja Paloma lo que me he reído!! Pues yo de pequeña tambien recuerdo que si habia algo útil en un contenedor no teniamos problema en cojerlo…de hecho un día llevaba en un carrito heredado de cinco primos como mínimo, a mi hijo mayor, y pase por al lado de un contenedor y habia uno mejor que el mio, y alli mismo cambié el niño y segui por el mercadillo tan feliz! Jjajaja
    Y hablando de contenedores, mi abuelo se le metió en la cabeza comprarnos unas bicis cogiendo cartones por los contenedores y vendiendolo, y si que lo consiguio! Pero tambien le lleno la casa a mi abuela de todo lo que te puedas imaginar….pinzas de la ropa y lapices de colores cada dia traía, se encontro comida, dinero, cacharros, ropa, en fin cada vez que ibamos a su casa recibiamos algo!
    Por aqui no tiran nada útil, se ve que con esto del wallapop jjejeje!!
    Por cierto los muñecos muy bonitos, pero me quedo con Yago, que bonitooooooooo!!
    Besos!

    1. Hola!Es la primera vez que entró en tu Blog y me he reído cantidad con este post. Nosotros ( papi y yo) siempre estamos inventando cosas para hacer con el peque,y,si el material lo encontramos en la calle..porque no cogerlo? Me quedo por aquí leyéndote!y te dejo mi link por si quisieras pasar

      https://yahorasoymamablog.wordpress.com/

  2. Jajajaja, eres la monda.

    Yo comparto contigo lo importante que es encontrar la vocación, de hecho me pasa como a ti, que me encantan los bebés y cuando de vez en cuando se me pasa por la imaginación tener el 5° me acuerdo de tí.
    Lo de los contenedores, bueno no suelo rebuscar pero si veo algo chulo al alcance lo cojo sin remordimientos jaja.

    Un abrazo.
    Eva

  3. Qué buena entrada, Paloma. Me ha encantado… y me he reído.
    Yo de pequeña jugaba al cole, les ponía deberes mis muñecas y luego los hacía yo, jajaja, esa vocación de maestra la llevo desde siempre ( y sigo en ello con mi hijo)… Aunque confieso que la Nancy y sus vestiditos también me gustaba, y las casitas de muñecas, y hacer canciones, y dibujar compulsivamente… lamento no tener tiempo para todo lo que me gusta…
    Coincido contigo en mi odio por la plancha… tengo unos montones para planchar que no veas… nunca veo la hora jajajaa
    Un abrazo

  4. Anda Esther que yo también me he reído un buen rato con lo del carrito del niño. Te imagino dando el cambiazo y seguir como si nada hubiera pasado ja,ja…
    Si es que como dice el refrán va a ser verdad eso de que "Dios los cría y ellos se juntan".

  5. Hola "mami nueva" me alegro mucho de haberte hecho reír un rato, que bastantes penas hay en la vida ¿verdad? Ya me pasé por tu blog, muy bonito todo y veo que también te ronda lo del homeschooling. Un beso.

  6. Eva anímate, que el quinto ya si que siiiii que se cría solo ja,ja…(con un poquito de ayuda eso si)
    Yo tampoco rebusco, pero mis hijos como te descuides se meten de cabeza.

  7. Esther es que lo de la plancha es una pérdida de tiempo, si a los cinco minutos de ponerte la ropa (y no te digo nada los niños) ya no se nota la plancha. Yo soy totalmente partidaria de eso de la arruga es bella.
    Yo tiendo la ropa muy bien, muy estiradita y así se lo enseño a mis hijos. Luego la doblas con cuidado y al armario.
    Tengo una amiga que plancha todo y mientras aprovecha para escuchar audios, pero a mi no me convence. Pues si tengo un rato libre prefiero estar en el sofá con un buen libro, pero chica para gustos se hicieron los colores.
    ¿Ves? tu tienes vocación de profe total ja,ja…¡Qué suerte tenerte de tutora!

    Besitos.

  8. Pues aquí nadie tira nada, lo que haya dentro de una bolsa de basura ya puedes estar segura de que no le sirve a nadie, cualquier otra cosa se vende antes de tirarla, aunque sea un zapato sin pareja, jeje.
    Lo que "vuela" de las basuras son las garrafas de agua vacías. Es soltar una y a los pocos minutos ya se la ha llevado alguien. Luego se venden también, aunque supongo que por pocos centimos. Pero mira, con un buen puñado de ellas que recojas a lo mejor te sacas para el pan del día. Luego las usan para rellenar con productos que se venden a granel (aceite, leben, lejía, productos de limpieza…). Ya ves, curiosidades de cada sitio.

  9. Aquí otra que ha recogido de todo de los contenedores y lo demás lo ha comprado de segunda mano jajaja. Yo a veces digo que tengo vida de segunda mano jajaja. Pero de esta manera te da para un viaje que no lo encuentras en el contenedor ni lo puedes comprar de segunda mano. Se trata de ser práctico.
    De esto mi mayor sabe un montón! Y mirale que se está pagando su viaje"cito" a Maldivas gracias a vivir con lo que se puede aprovechar.

    Y mi vocación de pequeña…. adivina….. Los playmobils eran lo que siempre me ha gustado más y jugaba siempre a familias…. no sé…. algo se me habrá quedado jajaja. No me han gustado nunca las muñecas ni jugar de mami, pero me encanta ahora serlo.

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