“En cuanto padres y madres de una generación de niños sobreestimulados y ocupados, si podemos aminorar nuestro ritmo de vida cotidiano. Podemos dar otra forma a nuestras vidas, que se han vuelto sobrecargadas y demasiado tensas. Podemos dar a nuestros hijos e hijas menos actividades y más espacio para respirar, menos clases y más tiempo para que hagan sus propios descubrimientos. Podemos hacer un examen a fondo de nuestras agendas sobrecargadas y nuestras vidas apretadas, y abandonar las actividades y compromisos que no nos enriquecen. Podemos tomarnos las cosas con más calma y exigir menos a los niños. Podemos proteger y respetar los momentos tranquilos, sin programación, y ofrecérselo a nuestros hijos”
“La voz de los niños” Katrina Kenison
Gracias por compartir estas palabras. Tengo que detenerme, repirar y dejar respirar.
Un abrazo!
Dejar respirar ¡¡¡qué dificil a veces, eh!!!
Un abrazo.