Este verano decidí un poco así a lo tonto dejar Instagram porque quería hacer muchas cosas en casa y sabía que si estaba liada con las redes no me iba a cundir. A los pocos días se me ocurrió retomar el Diario de una madre que publiqué en su día en los Boletines de Paideia en familia y al ir escribiendo se me ocurrió que quizá podía ser una alternativa a Instagram porque seguiría teniendo el contacto con aquellas personas que realmente están interesadas en el homeschooling, en las lecturas en voz alta, en la vida «sencilla» y «tranquila».
De momento la experiencia está siendo muy gratificante, en primer lugar, porque escribir en tu ordenador es mucho más relajado que andar todo el día pendiente de subir fotos, anécdotas, preguntas o de responder privados y privados… Y ojo que me lo paso muy bien y encima mis seguidores de Instagram son majísimos (más bien majísimas porque debe haber una mayoría aplastante de mujeres), pero es un trabajo agotador y no dejas de estar trabajando para engordar a Instagram y tu ego. Cuando veo una catedral pienso que si en esa época hubiesen existido las redes sociales nunca se habrían erigido, porque los constructores habrían estado pendientes de subir cada detalle, documentar el paso a paso y de hacerse selfies de manera compulsiva. Recuerdo una vez que habían hecho los niños algo y yo:
– Chicos esperad que hago una foto y dijo mi marido algo así como que ¡qué tiempos cuando hacíamos las cosas y no se las enseñábamos a nadie!
Cuando sales de casa sin el móvil o lo llevas en el fondo de la mochila apagado (para utilizar solo en caso de urgencia), empiezas a recuperar poco a poco la libertad perdida. El contacto con la realidad es maravilloso, puedes observar el juego de tus hijos, tienes tiempo para pensar, para hablar con personas, para hacer cosas con las manos, para vivir sin la necesidad de compartirlo con nadie, para leer libros olvidados de tu biblioteca.
Quiero volver a escribir en este blog. Las entradas se quedan para siempre, no son efímeras como una historia de Instagram. Las redes son tiranas que te «obligan» a estar constantemente atendiéndolas y si no te castigan con sus algoritmos diabólicos. Tiene que ser posible tener una comunidad de personas afines sin estar sometidos a una tecnología pensada diseñada para convertirnos en zombis cibernéticos. Me niego.
Espero tener la fuerza de voluntad suficiente cuando empiece el nuevo curso. Mientras tanto seguimos nuestra conversación en los diferentes grupos de Telegram que tengo y en el Diario de una madre. Todo ello sin prisa, casi nunca hay nada tan urgente como para interrumpir la conversación que tienes y responder a alguien que no has visto en tu vida.
Me está encantando leer vuestras reseñas, solucionar algunas dudas y saber qué es lo que realmente os interesa. Voy tomando nota de todos los temas y poco a poco iré escribiendo sobre ello.
Muchas gracias por la acogida de este nuevo proyecto. A mí me ayuda a colaborar en la economía doméstica y para vosotros no es un precio excesivo. No obstante si alguien tiene problemas económicos y quiere leerlo que me escriba por privado y vemos que podemos hacer. Haré un sorteo del próximo PDF entre todos los que me estáis mandando vuestros comentarios, sugerencias, ideas… Estará de oferta hasta mañana 25 de julio.
Hola Paloma, gracias por post. Se está muy bien sin redes la verdad 🙂
En cuanto a los grupos de Telegram.. cuáles son? No me he enterado
Gracias!
Hola Marta. Mira ahora mismo tengo tres grupos:
Familias católicas haciendo homeschooling en España. Es un grupo privado y las familias tienen que reunir esos tres requisitos para poder estar dentro.
Secretos del Alma. Es un grupo abierto en el que hablamos de productos de cosmética natural de Alma Secret pues soy embajadora de la marca y además de cualquier tema de salud, de los peques, etcétera. Es un grupo activo y nos reímos un montón.
El último grupo es para familias que están haciendo mi curso de Homeschooling, es también privado.
Y me planteo la posibilidad de abrir uno nuevo en el que podrían estar todas las personas que leen el Diario de una madre, para seguir profundizando en los temas y este grupo sería la alternativa a Instagram. Pero todavía es pronto para tomar una decisión porque además me gustaría hacerlo de tal modo que no fuera salir de Málaga y meterme en Malagón ja,ja,ja… De momento voy respondiendo a vuestros correos electrónicos con dudas y demás.
Si te interesa algún grupo me escribes por privado. nazcaurpi@hotmail.com
Hola Paloma.
Me alegro de reencontrarte de nuevo en el blog después de abandonar yo también (por enésima vez) Instagram. Justo hace un momento estaba añorando la época de los blogs y lo mucho que me aportaba, siempre fue un gran apoyo para mí.
Me alegro también de este Diario porque echo de menos tus boletines, me lo apunto.
De paso quisiera preguntarte si Telegram no es un poco más de lo mismo pero con otro formato. Hoy estoy usando el ordenador después de meses, prácticamente ha sido sustituido por el móvil, algo que tendría que corregir.
Un abrazo.