“Cuando se sabe que nuestro intelecto no se desarrolla acometiendo directamente la formación intelectual;cuando se sabe , sin embargo, que el que mueve torpemente sus dedos, posee un intelecto torpe e ideas y pensamientos poco flexibles, y que aquel que sabe mover correctamente sus dedos tiene también ideas y pensamientos flexibles y puede penetrar en la esencia de las cosas, entonces ya no se menospreciará lo que significa el desarrollo del hombre externo con la finalidad de que el intelecto surja, como una parte, del dominio completo del hombre exterior”
(Conferencia de Rudolf Steiner del 26-04-1920)